RESEÑA HISTÓRICA
A mediados del siglo XVII, en torno al año 1654, un
vecino de la ciudad de Almendralejo llamado Fernando Nieto Becerra “movido de
caridad y devoción”, junto con su esposa Juana Alvarado Mendoza y la hermana de
ésta, Leonor, se comprometieron a edificar el convento y la iglesia de San
Antonio a su costa y a que las rentas provenientes de una Obra Pía fundada
sobre sus bienes pudieran mantener la comunidad de franciscanos descalzos
instalados en el convento.
Los fundadores fallecieron a los
pocos años. Se enterraron en la Parroquial de la villa a la espera de que se
construyera este templo. A finales del año 1697 se había terminado la iglesia,
cuya portada lleva inscrito el año 1694. El veinticinco de noviembre de 1717 se
trasladaron los cuerpos a esta sepultura, la cual se encuentra ubicada junto a
las gradas del Altar.
El catorce de
septiembre de 1698 se colocó en la iglesia el Santísimo Sacramento con gran
solemnidad (festividad de la Exaltación de la Cruz de hace 300 años: no deja de
ser significativo que ahora lo estemos recordando ante el Cristo clavado en la
Cruz, muriendo, el Santísimo Cristo de la Buena Muerte). Sin embargo el
convento no se dio por terminado de manera oficial hasta el año 1785. Cincuenta
años después, el veintiocho de septiembre de 1835 se cerró definitivamente el
convento, debido a las leyes desamortizadoras; los frailes habían sido
expulsados unos días antes.
El edificio del
convento tuvo después varios destinos en manos de distintos propietarios
(fábricas de alcohol y de harinas, cine, colegio Ntra. Sra. de la Piedad etc…);
la mayor parte del mismo, después de haber estado mucho tiempo en ruinas, ha
sido felizmente recuperado como Casa de la Cultura y el Conservatorio Oficial
de Música.
La iglesia quedó casi
abandonada y surgió un sacerdote ejemplar, Jerónimo Carballar, que en el primer
cuarto de nuestro siglo mantuvo el templo en pie, con las reparaciones
necesarias, construyó la casa de la ermitaña (año 1901, en su fachada), fundó
asociaciones religiosas (Orden Terciaria, Pan de los Pobres) y difundió
incansable el culto a San Antonio.
Después de su muerte, en
1926 las diversas circunstancias de nuestra historia provocaron de nuevo el
abandono de la iglesia, hasta que en los años 50 surgió otra persona ejemplar,
Francisca Calero García, Presidenta de la Hermandad de San Antonio desde su
fundación en 1954 hasta su fallecimiento en el año 1998.
Actualmente nuestra
sede canónica se denomina Iglesia Conventual de San Antonio. Su mantenimiento
está a cargo de los ermitaños Agustín Álvarez Gragero y Juana Colchón Gómez.
Pertenece a la jurisdicción de la Parroquia de Ntra. Sra. de la Purificación a
cargo del Párroco Rvdo. Sr. Lic. D. Rafael Corraliza Ferrera.
Existen dos
Hermandades: la Hermandad de San Antonio y la Hermandad y Cofradía de
Penitencia del Santísimo Cristo de la Buena Muerte y la Santa Vera Cruz.
Datos facilitados por Francisco Zarandieta
Arenas